Comentario a “Teoría de lalengua”
Miller rescata en “Teoría de lalengua” una alegoría de Cicerón. Para ilustrar cómo procede la ciencia y cómo se produce el hecho mismo de comprender, Zenón acerca su mano izquierda abierta a la mano derecha y cierra su puño sobre esta con fuerza. La mano extendida, que simboliza la representación, se cierra sobre su objeto y lo aprieta. Miller declara:
“No conozco emblema más bello de la ciencia que ese puño cerrado. El concepto es el dominio sobre lo real, es así como el discurso del amo formula el sentido del conocimiento”1.
Queda de manifiesto cómo la comprensión es inseparable de la voluntad de dominio y apropiación de aquello que no se comprende.
Lo real es difícil de atrapar. Para producir un saber sobre él es necesario implantar un dispositivo de lectura. Se ha de introducir primero una referencia, un punto de basta que torne legible algo de lo incomprensible. Pero para hacer cualquier lectura que permita extraer un saber sobre lo real es necesario el ejercicio del poder. Afirma Miller: “Lo que llamamos poder siempre es poder significante. El significante es la sustancia del poder”2. El amo despliega su poder sobre el significante para dominar la dimensión real que anida en lalengua de cada uno. El lenguaje permite saber algo de lo que sucede en lalengua al embridar eso que sirve a los fines propios del goce de cada uno. Decía Barthes “La lengua, como ejecución de todo lenguaje, (…) es simplemente fascista. (…) Desde que es proferida (…) ingresa al servicio de un poder”3. El lenguaje es totalitario en el sentido de que trata de ingresar en una totalidad de discurso aquello que corre desatado en estado de permanente apertura.
El parloteo infantil fluye como un torrente de sonidos y significantes entreverados de goce que no tienen sentido ni referente. No hay modo de comprender esta corriente continua hasta que es parcialmente coagulada y despiezada en distintos elementos según las reglas del lenguaje. La gramática efectúa los recortes necesarios para encajarla en un marco universal de comunicación. Parte del goce que produce este parloteo se somete a las articulaciones del lenguaje y se satisface en el sentido. El lenguaje parasita a la vez que organiza este torrente de goce de lalengua y se contamina de él. No es posible reducir completamente esa dimensión incontenible. Al ser sostenido el hablar por este goce que lo anima, la idea de un lenguaje preciso y sin equívocos resulta una fantasía. Porque más que defectos, los excesos del lenguaje constituyen una apertura a otro lugar. La dimensión del sentido, o de la verdad, es sólo una cabalgadura. Lo que desborda la intención comunicativa galopa siempre bajo lo que se quiere decir cuando se habla, porque si hay una sustancia esencial al pensamiento y a la palabra es el goce que los anima.
Un momento antes de que entren los significantes amo a encauzar el goce en un discurso, lalengua fluye desatada. El lenguaje, tomado como juguete por el niño, le permite explorar una maraña de sonidos que resuenan y se equivocan unos con los otros. A través de sus hallazgos se va escribiendo en él una historia de marcas previa a que el sentido penetre. Surge así su lengua propia cuyo destino es la domesticación. El discurso del amo se apropia de los recursos materiales de esta lengua y los pone a su servicio. Esta lalengua propia será expropiada y socializada, integrada en un universo de discurso apropiado. Pero no toda.
Queda un resto al que no se le puede echar el guante y que se escurre entre los dedos del amo. Por esto el poder encarnado en el lenguaje nunca podrá hacerse con todo. No se puede agotar en el saber todo lo que sucede en lalengua de cada uno. El tránsito del flujo abierto de lalengua a lo cerrado del universo del discurso nunca se culmina.
El psicoanálisis al no comprender invita a abrir la mano. Aflojando las correas del discurso del amo el sujeto se acerca más a su propia lalengua, lo que le permite abordar su historia de otro modo. Tras agotar los recursos del sentido se abre a una aproximación poética que resquebrajando el lenguaje le pone en la pista de aquello que nunca pudo ser expropiado.
Carlos Montero Troáns,
Socio de la Sede de Vigo.
montero_troans@yahoo.es
Bibliografía:
- Larriera S., Artefactos intrascendentes, Arena libros, Madrid, 2019.
- Alemán J., Capitalismo. Crimen perfecto o Emancipación, Ned ediciones, Madrid, 2019.
Notas:
- Miller J.-A., Un esfuerzo de poesía, Paidós, Buenos Aires, 2016, p.168. ↑
- Miller J.-A., “Teoría de lalengua”, Matemas I, Manantial, Buenos Aires, 1987, p.65. ↑
- Barthes R., El placer del texto y Lección inaugural de la cátedra de semiología literaria del Collège de France, Siglo XXI, Buenos Aires, 2003, p. 120. ↑