Speech Bubbles (Globos de diálogo)*
Corremos hacia las colinas / como incautos / mientras las campanas repican porque la ciudad está en llamas // La devastación ha llegado / abandonado en una nave espacial / con una nota en la que se lee: / ahora nunca hay ningún sitio / Nunca hay ningún sitio para volver a reposar mis pies / No, nunca hay ningún lugar / La escena desaparece, / las luces de un quiosco se apagan // ¡Al menos alguna rama débil en la que apoyar mi peso! / Pero me miento a mí mismo / me miento en cada lugar en que me atrevo a reposar mis pies // ¿Quién encontrará un taxi en esta lluvia torrencial? / ¿Quién encontrará una vena para meter la aguja? / ¿Quién oye esa voz que es como campanas repicando? // Cómo voy a dar contigo / Cómo voy a dar contigo / Cómo voy a dar contigo.
«Speech Bubbles». The Smile
Propongo dos referencias entrecruzadas. La que leéis arriba y la clase del curso de Miller de 1981-1982 titulada “Del superyó a la voz como objeto a-fónico”1, recientemente publicada en la Revista Freudiana 98.
En nuestra época, una banda que era inicialmente de rock pero que luego se abrió campo en un registro de mayor vanguardia, devino un fenómeno único. Se trata de los ingleses Radiohead. Es en un nuevo proyecto, llamado The Smile, en el que dos de sus integrantes, Thom Yorke y Jonny Greenwood, junto con un tercero Tom Spalding compusieron esta canción “Globos de diálogo”, que he traducido dándome ciertas licencias poéticas en un intento de conservar su esencia.
Las letras en estos proyectos suelen ser de la autoría de Thom Yorke, de quién podemos destacar una larga trayectoria a partir de un interés sobre lo que llamaríamos con Miller un movimiento “Del superyó a la voz como objeto afónico”2. Desde el propio nombre de Radiohead [Cabeza de Radio], pasando por los primeros versos de una de sus canciones míticas Paranoid Android: “¿Podéis parar el ruido -estoy intentando descansar- de todas las voces de pollos-no-nacidos en mi cabeza?”, hasta llegar a este tema que he escogido para ilustrar o más bien para abrir algo de lo que nos convoca en nuestras Jornadas.
No voy a hacer una lectura verso por verso. Se trata aquí de una pequeña provocación. Pero sí quiero invitaros a que leamos estas letras desde la perspectiva de lo que nos muestran, en un cierto anticipo, que oigamos en lo que se dice algo de la voz de la época, sin olvidarlo3; algo de una pasión devastada, de la nulibiedad 4, efecto del Otro destituido5.
y de la interpretación apagada 6, del cuerpo que no es más ya el cuerpo del Otro7, y cómo aparece esa tensión, de quedar el parlêtre librado al superyó más descarnado, el del ruido8, y la pregunta sobre la transferencia en ese desierto: “cómo voy a dar contigo”.
No es gratuito entonces que el título enigmático de la canción incluya un anhelo de diálogo, o al menos un empuje a decir, así sea en un autismo de a dos; speech bubbles de cada uno en su burbuja, pero sin renunciar al asunto común de lalengua.
No quiero cerrar esta referencia y dejarla en manos de una especie de tonalidad patética. Y es que en esta tensión entre el declive de la interpretación y la posibilidad de la transferencia hoy, solo puedo recordar algo que dijo Éric Laurent en una entrevista: “En la civilización hay dos respiraciones fundamentales, el arte y el psicoanálisis”9.
Erick González
(*) El globo o bocadillo es una convención de las historietas destinada a integrar gráficamente el texto de los diálogos o el pensamiento de los personajes en la estructura icónica de la viñeta.
Notas:
- Miller J.-A., «Del superyó a la voz como objeto a-fónico”. Freudiana nº 98, pp. 9-24.2.↑
- Ibid., p. 9. ↑
- Alusión a la frase de Lacan en El Atolondradicho: “Que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que se oye”, p. 473. ↑
- Miller J.-A., «Del superyó a la voz como objeto a-fónico”. Op. cit., p. 21. Ese “no estar en ningún lado” como define Jacques-Alain Miller este concepto lo podemos escuchar en “ahora nunca hay ningún sitio / Nunca hay ningún sitio para volver a reposar mis pies / No, nunca hay ningún lugar” de la canción. ↑
- Miller J.-A., El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2012, pp. 105-107. ↑
- Ibid. Este “Otro destituido” y la “interpretación apagada” queda dicha de manera impactante en este: “La escena desaparece, / las luces de un quiosco se apagan // ¡Al menos alguna rama débil en la que apoyar mi peso!”. ↑
- “¿Quién encontrará un taxi en esta lluvia torrencial? / ¿Quién encontrará una vena para meter la aguja?”. ↑
- “¿Quién oye esa voz que es como campanas repicando?”. ↑
- Laurent E., “Psicoanálisis contemporáneo”. ↑