Un nudo entre “hablar, querer, decir”
Los tres verbos figuran en el título de nuestras próximas Jornadas. Me evocaron una cita de Lacan donde los anuda de tal manera que produce nuevos efectos en su enseñanza. Es su manera de avanzar.
Entonces, la cita: «Luego, cuando interpretamos un sueño, lo que nos guía no es ciertamente ¿qué quiere decir eso?, tampoco ¿qué quiere para decir eso?, sino ¿qué es lo que, al decir, eso quiere? Aparentemente, eso no sabe lo que quiere»1.
Es preciso situarla en el contexto de ese capítulo del Seminario. Lacan retoma de Freud el ya célebre capítulo VII de La interpretación de los sueños y también “Proyecto de una psicología para neurólogos”. Ambos habían sido centrales en su comentario en el Seminario VII La ética del psicoanálisis. Recordemos que se trata de poner en juego el entrecruzamiento de los dos principios, el del placer y el de la realidad. El corte está entre la realidad y lo real. Si Lacan lo retoma es en la perspectiva de abordar ese real que él situaba en el centro como “la cosa” (das ding).
Y para avanzar en ello retoma ese sueño del que habla Freud y que había comentado en su Seminario 11, el padre que sueña con el hijo de pie, vivo, que se acerca a su lecho, lo toma del brazo y le dice “Padre, ¿no ves que estoy ardiendo?2”. Lacan recuerda que Freud dice que el sueño no hace más que prolongar el dormir respecto de los primeros signos de lo que se había percibido como una realidad horrible. Y después agrega que la interpretación del sueño no es lo que en la realidad causó este sueño. Freud no dice pero lo indica: alguna falla que el padre mostró como ser deseante respecto de ese objeto querido que era su hijo. Es por eso que Lacan indica que a propósito de los sueños nos equivocamos si nos preguntamos “¿qué quiere decir?”, no es eso lo que importa.
Entonces leamos el párrafo citado que Lacan proseguirá comentando. Despejemos las dos negaciones y su conclusión.
No es “¿Qué quiere decir eso?” (qu’est-ce que ça veut dire?) Es una pregunta que surge acerca de la significación. Entonces, dice Lacan, no se trata de eso, de encontrarle una significación. En la página siguiente dice“nos equivocamos …. no es eso lo que importa”. Y agrega, “lo que nos importa es ¿dónde está la falla de lo que se dice?”3.
Tampoco es“¿qué quiere para decir eso?” (qu’ est-ce qu’il veut pour dire cela?) En esta pregunta se introduce el sujeto. ¿Quién es este il, el del sueño o el que habla cuando lo relata? Puede sorprendernos su respuesta cuando lo comenta. No es eso, “no importa lo que él quiere decir cuando dice eso”. Se entiende porque en estas dos preguntas se juega una intención de significación. Es lo que animaba el grafo de “Subversión del sujeto…” y precisamente allí, en el vector de la retroacción, el sujeto al inicio es incógnita, dibujado con un simple triángulo.
La pregunta entonces es: ¿Qué es lo que, al decir, eso quiere? (qu’est-ce que, à dire, ça veut?). Aquí se produce una separación entre “querer” y “decir”. Aparece este “ça veut”, “eso quiere”. Este “vouloir”, Lacan ya lo ha mencionado como voluntad, y es más, como voluntad de goce en su escrito “Kant con Sade”4. Es lo que se pondrá en juego: “eso goza”.
Pero no nos adelantemos. “Eso quiere” y también “eso no sabe lo que quiere”. Por lo tanto, hay un menos de saber. Luego Lacan lo relacionará con la verdad. Pero ya aquí advertimos que lo que está en juego es la relación entre el saber y el goce. Y es esta la cuestión central que Lacan plantea en este Seminario. Y sobre la que avanzará en espiral hasta el fin de su enseñanza.
Estela Paskvan,
Psicoanalista en Barcelona.
epaskvan@gmail.com
Notas:
- Lacan J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, Paidós, Bs. As., 2008, p. 183. ↑
- Cf. Lacan J., El seminario, Libro 11, Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1997, p. 77 ↑
- Lacan J., El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, op. cit., p. 184 ↑
- Lacan J., “Kant con Sade”, Escritos 2, Siglo XXI, Madrid, 1995, p. 774 ↑