Miguel Ríos, cantautor
Graciela Sobral: Hola, Miguel, en primer lugar, muchas gracias por participar en nuestras Jornadas.
Para comenzar quisiera hacerte algunas preguntas, Tú has estado en la música desde pequeño y sigues en ello, toda una vida dedicada a cantar. Supongo que no habrá sido lo mismo cuando eras un jovencito que ahora, que ya somos algo mayores. ¿Podrías hablarnos algo de esto?
Miguel Ríos: De pequeño yo cantaba en todas partes, pero no pensaba que eso se pudiera transformar en una profesión. “Casualmente” mi primer trabajo fue en una tienda en Granada donde había departamentos y a mi me mandaron a una sección de discos y ahí me di cuenta de que cantar podía ser una profesión, escuchaba a Elvis, por ejemplo … Yo no sabía nada de rock and roll, pero lo sentía, me sentía el destinatario de lo que decían. Quise probar, me hice amigo de una banda que me permitió participar en los ensayos. Yo tenía 16 años y participé con ellos en un concurso donde tuvimos mucho éxito.
Los escuchó una persona vinculada a la música a quien le gustó Miguel y lo invitó a venir a Madrid a trabajar en Phillips.
G.R.: ¿no tuviste que pedir nada?
M.R.: No, pero no fue fácil. Eran años de Franco y de una cultura que no era proclive a la modernidad. Ahí di un salto de Granada a Madrid y comencé con un sentimiento de atolondramiento. Para mí fue muy difícil, pero me esforcé por entender el mensaje que me mandaba Phillips. Aquí había alguna banda de chicos de otra clase, que tenían sus propios instrumentos. En esa situación me hice un lugar a base de insistencia. Llegué a ser “elegido” en un mundo extraño.
G.S: fuiste un valiente
M.R.: Fui un inconsciente, tuve que aprender viendo lo que hacían otros. Luego grabé mi primer disco en 1961.
G.S.: Hay un documental en televisión muy bueno sobre ti, yo lo vi esta mañana
M.R.: A mi no me gusta mucho esto, sin embargo, escribí mi biografía que la publicó Planeta. En un momento me despedí de este mundo pensando que ya no tenía mis viejas virtudes. Luego Planeta me pidió que presentara el libro. Y algo recomenzó.
G.S.: Pero hoy en día estás en una línea más tranquila, pero eres un top.
M.R: Siempre estuve buscando la aceptación y no me ha ido mal. Estoy contento con lo que me ha pasado, haber salido de la tienda de Granada y todo lo demás.
G.S.: ¿Y la música actual?
M. R.: Tenemos la música que buscamos, el Reguetón es la música de hoy, le ha pasado como le ocurrió al rock que ha sido recogido, utilizado y relanzado por la industria.
G.S.: ¿Qué te parece el título de nuestras Jornadas?
M.R.: Me parece muy interesante, porque no es lo mismo hablar donde se puede decir cualquier cosa, bla, bla, bla… que decir, donde se trata de decir algo con intención.
G.S.: ¿Has tenido alguna relación con el psicoanálisis?
M.R.: Siendo más joven estuve muy preocupado por la vocación y consulté. Ahora el encuentro con algún psicólogo o con un psicoanalista me lleva a una intriga en relación al deseo.
Me parecen muy importantes estos encuentros porque te dan la posibilidad de hablar, de escuchar y de que te puedas preguntar ¿Adónde voy?
Tras la larga y amena conversación, Miguel parece saber muy bien lo que hablar quiere decir.
Graciela Sobral
Psicoanalista en Madrid
grasobral@gmail.com