Lo neuro y lo imposible

El tema de las Jornadas toca una cuestión de época. Se hace necesario pensar cómo, hablar y decir se declinan en el mundo de hoy, teniendo en cuenta la incidencia de la ciencia, que trata de establecer un discurso hegemónico.

En el texto de presentación de las Jornadas se señala: “Tras una pandemia que puso en cuestión el saber de la ciencia reintroduciendo la incertidumbre, observamos un empuje hacia discursos totalitarios portadores de la verdad, (…) Si hablar es experimentar la división y la falta, la angustia que esto conlleva busca calmarse con la promesa de un saber completo que borra la diferencia y por tanto la singularidad”1.

¿No es acaso lo que propone la ciencia?

Ya Lacan decía: “el todo-saber pasa al lugar de amo”2.

Hace pocos días pudimos leer en la prensa acerca de un experimento en Estados Unidos en la que un neurólogo utilizando un programa de Inteligencia Artificial y mediante un escáner pudo leer el pensamiento de tres personas. El experimento se plantea como un camino para personas que no pueden hablar, puedan hacerlo3. Se toma así al lenguaje como un código.

Para la ciencia es el cerebro el que habla. Y lo inconsciente, en tanto no tiene sustancia, no debe ser abordado. Lo inconsciente es una piedra en el zapato y pone en cuestión toda su articulación.

Para la ciencia el equivalente a la noción de sujeto es el órgano. Es decir que el sujeto de la enunciación queda borrado. Y las palabras se traducen desde las imágenes. De esto se ocupan los neurobiólogos. El ideal es que todo sea observable a través de un escáner. La mirada en detrimento de la escucha.

En su libro Neurología versus psicoanálisis Hervé Castanet señala: “el objeto real del neurobiólogo es el cerebro. Cuando él sale de su campo, pierde su objeto material. En compensación, sin saberlo construye un objeto que, de algún modo, es ideológico”4.

Hablamos de una ideología cuyo ideal es la transformación del sujeto en imagen cerebral, por tanto, no sólo busca poner en cuestión al psicoanálisis, sino también a todas las psicologías (incluida la psicología cognitiva), así como a la psiquiatría actual.

Castanet lo dice claramente: “Las neurociencias asedian todos los campos del saber y pretenden promover una supuesta objetividad metódica generalizada que apunta a apoderarse de todo lo que constituye la experiencia humana”5.

Como lo señala Miller: “Lo real ha devenido lo neuro-real; lo neuro-real está llamado a dominar los años venideros. Nos corresponde saber cómo lidiar con ese neuro-real”6.

Para los neurocientíficos lo que se desconoce del cerebro es debido a que aún no tenemos las herramientas para saber más y esto llegará a través de la Inteligencia Artificial.

Convengamos que hay avances de las neurociencias muy útiles y necesarios. Pero con la ideología del “todo es neuro” se busca instalar la idea totalitaria que todo puede ser explicado a partir del cerebro.

Esto nos lleva a plantearnos cuál es la relación de esta ideología científica con la verdad. Lacan señala que la ciencia rechaza la dinámica de la verdad, toma el ejemplo de la lógica proposicional que tiene un “discurso tautológico, que consiste en ordenar proposiciones compuestas de forma que siempre sean verdaderas”7y que en cambio “el psicoanálisis se pregunta para qué sirve esta forma de saber que rechaza y excluye la dinámica de la verdad”8.

Se ha pasado del sintagma “todo es posible” al “todo es neuro”. En ambos casos lo que hace problema es lo real pensado como lo imposible. Lacan dice: “en cualquier campo formalizado de la verdad hay verdades que no pueden demostrarse. Es en el nivel de lo imposible donde defino lo que es real”9.

De manera que hay un saber disjunto que no retornara de ningún modo al discurso de la ciencia. Hay algo que no queda dicho.

En la ciencia, ante aquello que es del orden de lo imposible, se encuentran respuestas, que no dejan de ser construcciones. Lo explica Castanet en su libro, se recurre a la plasticidad de las neuronas, a las neuronas espejo y a la epigenética, es decir como lo contingente, moldea el propio cerebro y este va cambiando: “La arquitectura neuronal y sus entrelazamientos permitirían las formas humanas del lazo social que desembocan en los valores morales según la siguiente progresión: neuronas de vigilancia, emociones, conciencia, lo moral, civilización”10.

En definitiva, lo que para la ciencia supone el decir y el hablar, no está exento de certezas que lo convierten en un discurso delirante.

Para el psicoanálisis hay otro acercamiento posible al cuerpo y la palabra, no como organismo. El parletre, del que la pulsión de muerte, la repetición y el goce son sus vectores. Pero hace falta que alguien escuche. ¿Y qué es en definitiva hablar bajo transferencia?

Como lo señala Estela Solano: “Lacan indicó en Variantes de la cura tipo que el psicoanálisis “se revela en la pregunta de lo que hablar quiere decir”. En este sentido, indicó que el sentido de un discurso reside en quien lo escucha, otorgándole, al ocupar ese lugar, un “poder discrecional”11.

El cerebro por tanto no entiende de lapsus, ni del malentendido.

Como señala Castanet: “Nos corresponde, en efecto, continuar incansablemente acogiendo al ser hablante que quieren reducir al silencio de sus órganos”12.

He aquí a lo que estamos convocados los analistas.

Mario Izcovich,
Psicoanalista en Barcelona
marioizcovich@yahoo.es

 

Notas:

  1. Larena P. y Meyer C., Lo que hablar quiere decir.
  2. Lacan J., El Seminario, libro 17, El Reverso del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1992, p. 32.
  3. Viciosa M., “Llega la era de la inteligencia artificial para ‘leer la mente», Newtral.
  4. Castanet H., Neurología versus psicoanálisis, Grama ediciones, 2023, Buenos Aires, p. 46.
  5. Ibid., p. 19.
  6. Miller J.-A., «Neuro-, le nouveau réel», La Cause du désir n°98, Paris, 2018, p. 119.
  7. Lacan J., Seminario, Libro 17, El Reverso del psicoanálisis, op. cit., p. 95.
  8. Ibid., p. 95.
  9. Ibid., p. 175.
  10. Castanet H., Neurología versus psicoanálisis, op. cit., p. 94.
  11. Solano E., «Un désir de psychanalyse issu de sa propre cure «, Prealables, Boletín Jornadas FIPA. 
  12. Castanet H., Neurología versus psicoanálisis, op. cit., p. 33.